Fachada ventilada, una de las soluciones para la eficiencia energética

La fachada ventilada es una solución constructiva que mejora notablemente la eficiencia energética de un edificio posibilitando un aislamiento continuo del mismo. La principal característica de este tipo de fachada es la generación de una cámara de aire en movimiento que crea un colchón térmico entre un paramento exterior y otro interior.

El ambiente exterior impacta sobre la fachada vista, se crea un flujo de aire por la diferencia térmica que existe entre este ambiente y el  interno, creando un clima de confort en los espacios interiores y sin necesidad de utilizar recursos naturales para ello. No olvidemos que el aire es un recurso renovable, no se agota.

¿Cómo se produce la circulación del aire en fachadas ventiladas?

El paramento interior forma parte del propio edificio, puede se un simple cerramiento o cumplir una función portante  recibiendo las cargas de los forjados, por ejemplo. Cada capa se sitúa una sobre otra, a modo de sándwich,  en cuyo interior se sitúa un aislamiento térmico de tales características  que permite la recirculación del aire.

Ejecución de fachada ventilada

En la ejecución de este tipo de fachadas se comienza con la parte interior. Es  importante situar ya los premarcos de los huecos (ventanas, puertas…etc), para garantizar un adecuado replanteo y conseguir la estanqueidad del conjunto en el punto de encuentro entre la hoja interior y el premarco, al ser este un punto muy sensible. El aislamiento térmico se coloca de forma continua y solo debe ser atravesado por los elementos de fijación del la hoja exterior. Los aislantes más utilizados son el poliuretano proyectado y el poliestireno extruido, entre otros.

La cámara de aire debe estar abierta por varios puntos para garantizar el funcionamiento correcto de este sistema. Esta cámara evita las condensaciones intersticiales y permite la evacuación del vapor de agua que pudiera generarse. Para que cumpla estas funciones deben dimensionarse adecuadamente tanto las entradas como las salidas de aire. No debe existir vapor de agua confinado que humedezca el aislamiento, este debe estar completamente seco para obtener el máximo rendimiento, por ello hay que vigilar que no quede sellada ninguna vía de aire durante la ejecución de la obra.

La capa externa estará bajo las condiciones climatológicas

La capa externa es la que va a estar sometida a los condicionantes climatológicos y a las variaciones térmicas más extremas. Si el color de esta capa externa es blanco, las diferencias de temperatura diarias pueden ser de veinte grados, y si es oscuro, pueden superar los veinticinco grados. Por ello, este paramento no debe tener una relación rígida con el conjunto del edificio y se ha de construir con las juntas necesarias que aseguren su movilidad.

Este tipo de fachadas se puede utilizar en obras de rehabilitación ya que no requiere la eliminación de la ya existente. Se reduce el aporte de calor al interior de la vivienda en los meses calurosos y se suavizan las temperaturas en los meses más fríos. Dependiendo del material también actúan como barreras ante el impacto acústico.